sábado, agosto 27, 2011

Animada aventura azul! la-la,lalalala,la,lala,lala,...


Inspirada en los famosisimos y hasta desterrados (por malinos) personajes de Peyo, LOS PITUFOS, llega finalmente a la gran pantalla en accion viva y pleno periodo vacacional para hacer las delicias de los mas pequeños y garantizarse, casi a la semana de su estreno, una secuela.

Eso es algo bastante signigicativo,si tomamos en consideracion, que predeesoras suyas,como Yogi, HOP el conejo de Pascua, que no contaron con la misma suerte que esta y Alvin y las Ardillas.

Mas alla de su innata vinculacion en el imaginario colectivo adulto que atesoramos la simpatica serie de television y que indudablemente le sirve de ancla a que seamos los padres,hermanos,tios y abuelos que salgamos corriendo a llevar a los chamos a disfrutar de este entretenimiento;tambien McDonalds y su propio merchandise han hecho lo suyo para convertir la cinta, desde el 2010, en una de las mas esperadas. Independientemente de sus meritos,aca no se trata de que si losencuadres estan bien,si el guion es inteligente,la trama esta bien ensamblada o hay algun tipo de magico encuentro comunicacional entre lo pretendido mostrar y lo qe se muestra,como siempre ocurre con Pixar e incluso,casi siempre se espera y consigue con Disney.

Tampoco importa que el correcto Neil Patrick Harris sea abierta y declaradamente gay y haga de amante esposo hetero, junto a la dulce Jayma Mays de Glee; porque bueno,a fin de cuentas,es un actor y tiene que representar su papel en la medida de que el simple argumento lo permite.

Sin embargo,aqui hay que reconocer el mérito de la transformacion fisica e Hank Azaria (totalmente transformado) en el antipatico y erratico Gargamel. Su composición constituye un simpatico y risible valor agregado a una simpatica pelicula animada,inspirada en una de las series de tv mas populares y exitosas de nuestra contemporaneidad. Algo que habria que agradecer,para ser sinceros;y que comunmente nadier hace ni se da cuenta de ello. De nuestro lado hispano, Sofia Vergara,intrascendente,pero eso si,...divina. Puuura Evasion. Mas nada.

viernes, agosto 26, 2011

qué puedo hacer?Llueve por dentro!




Qué puedo hacer?
Llueve por dentro
y el corazon me duele y se deshace
Pienso en ti
Quiero volar y remontar esta tristeza
Para escaparme
Quiero vivir por siempre junti a ti
no importa nada
Y olvida este silencio que se roba
mis mañanas,libera y acorrala

Llueve por dentro de mi,en mi
atravieso el cielo por ti
se inunda el corazon mientras te pienso
cuando tu no estas
llueve por dentro

¿Qué puedo hacer?
si tu mirada se clava en mi
luego me arranca el alma no hay adios
solo hay entre tu y yo una distancia
que nos separa
Quiero reir como lo hicimos esa madrugada
y poco a poco rescatar
el sol de tus mañanas
y el viento de tus alas

Llueve por dentro de mi,en mi
atravieso el cielo por ti
se inunda el corazon mientras te pienso
cuando tu no estas
llueve por dentro

Me es imposible amarte lejos
tan lejos
pero siento que muero si no te tengo

Llueve por dentro de mi,en mi
atravieso el cielo por ti
se inunda el corazon mientras te pienso
cuando tu no estas
llueve por dentro.
..
(Llueve por dentro; Luis Fonsi, Palabras del silencio)


jueves, agosto 25, 2011

El Muerto (Jorge Luis Borges)



Jorge Luis Borges

Que un hombre del suburbio de Buenos Aires, que un triste compadrito sin más virtud que la infatuación del coraje, se interne en los desiertos ecuestres de la frontera del Brasil y llegue a capitán de contrabandistas, parece de antemano imposible. A quienes lo entienden así, quiero contarles el destino de Benjamin Otálora, de quien acaso no perdura un recuerdo en el barrio de Balvanera y que murió en su ley, de un balazo, en los confines de Río Grande do Sul. Ignoro los detalles de su aventura; cuando me sean revelados, he de rectificar y ampliar estas páginas. Por ahora, este resumen puede ser útil.

Benjamín Otálora cuenta, hacia 1891, diecinueve años. Es un mocetón de frente mezquina, de sinceros ojos claros, de reciedumbre vasca; una puñalada feliz le ha revelado que es un hombre valiente; no lo inquieta la muerte de su contrario, tampoco la inmediata necesidad de huir de la República. El caudillo de la parroquia le da una carta para un tal Azevedo Bandeira, del Uruguay. Otálora se embarca, la travesía es tormentosa y crujiente; al otro día, vaga por las calles de Montevideo, con inconfesada y tal vez ignorada tristeza. No da con Azevedo Bandeira; hacia la medianoche, en un almacén del Paso del Molino, asiste a un altercado entre unos troperos. Un cuchillo relumbra; Otálora no sabe de qué lado está la razón, pero lo atrae el puro sabor del peligro, como a otros la baraja o la música. Para, en el entrevero, una puñalada baja que un peón le tira a un hombre de galera oscura y de poncho. Éste, después, resulta ser Azevedo Bandeira. (Otálora, al saberlo, rompe la carta, porque prefiere debérselo todo a sí mismo.) Azevedo Bandeira da, aunque fornido, la injustificable impresión de ser contrahecho; en su rostro, siempre demasiado cercano, están el judío, el negro y el indio; en su empaque, el mono y el tigre; la cicatriz que le atraviesa la cara es un adorno más, como el negro bigote cerdoso.

Proyección o error del alcohol, el altercado cesa con la misma rapidez con que se produjo. Otálora bebe con los troperos y luego los acompaña a una farra y luego a un caserón en la Ciudad Vieja, ya con el sol bien alto. En el último patio, que es de tierra, los hombres tienden su recado para dormir. Oscuramente, Otálora compara esa noche con la anterior; ahora ya pisa tierra firme, entre amigos. Lo inquieta algún remordimiento, eso sí, de no extrañar a Buenos Aires. Duerme hasta la oración, cuando lo despierta el paisano que agredió, borracho, a Bandeira. (Otálora recuerda que ese hombre ha compartido con los otros la noche de tumulto y de júbilo y que Bandeira lo sentó a su derecha y lo obligó a seguir bebiendo.) El hombre le dice que el patrón lo manda buscar. En una suerte de escritorio que da al zaguán (Otálora nunca ha visto un zaguán con puertas laterales) está esperándolo Azevedo Bandeira, con una clara y desdeñosa mujer de pelo colorado. Bandeira lo pondera, le ofrece una copa de caña, le repite que le está pareciendo un hombre animoso, le propone ir al Norte con los demás a traer una tropa. Otálora acepta; hacia la madrugada están en camino, rumbo a Tacuarembó.

Empieza entonces para Otálora una vida distinta, una vida de vastos amaneceres y de jornadas que tienen el olor del caballo. Esa vida es nueva para él, y a veces atroz, pero ya está en su sangre, porque lo mismo que los hombres de otras naciones veneran y presienten el mar, así nosotros (también el hombre que entreteje estos símbolos) ansiamos la llanura inagotable que resuena bajo los cascos. Otálora se ha criado en los barrios del carrero y del cuarteador; antes de un año se hace gaucho. Aprende a jinetear, a entropillar la hacienda, a carnear, a manejar el lazo que sujeta y las boleadoras que tumban, a resistir el sueño, las tormentas, las heladas y el sol, a arrear con el silbido y el grito. Sólo una vez, durante ese tiempo de aprendizaje, ve a Azevedo Bandeira, pero lo tiene muy presente, porque ser hombre de Bandeira es ser considerado y temido, y porque, ante cualquier hombrada, los gauchos dicen que Bandeira lo hace mejor. Alguien opina que Bandeira nació del otro lado del Cuareim, en Rio Grande do Sul; eso, que debería rebajarlo, oscuramente lo enriquece de selvas populosas, de ciénagas, de inextricable y casi infinitas distancias. Gradualmente, Otálora entiende que los negocios de Bandeira son múltiples y que el principal es el contrabando. Ser tropero es ser un sirviente; Otálora se propone ascender a contrabandista. Dos de los compañeros, una noche, cruzarán la frontera para volver con unas partidas de caña; Otálora provoca a uno de ellos, lo hiere y toma su lugar. Lo mueve la ambición y también una oscura fidelidad. Que el hombre (piensa) acabe por entender que yo valgo más que todos sus orientales juntos.

Otro año pasa antes que Otálora regrese a Montevideo. Recorren las orillas, la ciudad (que a Otálora le parece muy grande); llegan a casa del patrón; los hombres tienden los recados en el último patio. Pasan los días y Otálora no ha visto a Bandeira. Dicen, con temor, que está enfermo; un moreno suele subir a su dormitorio con la caldera y con el mate. Una tarde, le encomiendan a Otálora esa tarea. Éste se siente vagamente humillado, pero satisfecho también.

El dormitorio es desmantelado y oscuro. Hay un balcón que mira al poniente, hay una larga mesa con un resplandeciente desorden de taleros, de arreadores, de cintos, de armas de fuego y de armas blancas, hay un remoto espejo que tiene la luna empañada. Bandeira yace boca arriba; sueña y se queja; una vehemencia de sol último lo define. El vasto lecho blanco parece disminuirlo y oscurecerlo; Otálora nota las canas, la fatiga, la flojedad, las grietas de los años. Lo subleva que los esté mandando ese viejo. Piensa que un golpe bastaría para dar cuenta de él. En eso, ve en el espejo que alguien ha entrado. Es la mujer de pelo rojo; está a medio vestir y descalza y lo observa con fría curiosidad. Bandeira se incorpora; mientras habla de cosas de la campaña y despacha mate tras mate, sus dedos juegan con las trenzas de la mujer. Al fin, le da licencia a Otálora para irse.

Días después, les llega la orden de ir al Norte. Arriban a una estancia perdida, que está como en cualquier lugar de la interminable llanura. Ni árboles ni un arroyo la alegran, el primer sol y el último la golpean. Hay corrales de piedra para la hacienda, que es guampuda y menesterosa. El Suspiro se llama ese pobre establecimiento.

Otálora oye en rueda de peones que Bandeira no tardará en llegar de Montevideo. Pregunta por qué; alguien aclara que hay un forastero agauchado que está queriendo mandar demasiado. Otálora comprende que es una broma, pero le halaga que esa broma ya sea posible. Averigua, después, que Bandeira se ha enemistado con uno de los jefes políticos y que éste le ha retirado su apoyo. Le gusta esa noticia.

Llegan cajones de armas largas; llegan una jarra y una palangana de plata para el aposento de la mujer; llegan cortinas de intrincado damasco; llega de las cuchillas, una mañana, un jinete sombrío, de barba cerrada y de poncho. Se llama Ulpiano Suárez y es el capanga o guardaespaldas de Azevedo Bandeira. Habla muy poco y de una manera abrasilerada. Otálora no sabe si atribuir su reserva a hostilidad, a desdén o a mera barbarie. Sabe, eso sí, que para el plan que está maquinando tiene que ganar su amistad.

Entra después en el destino de Benjamín Otálora un colorado cabos negros que trae del sur Azevedo Bandeira y que luce apero chapeado y carona con bordes de piel de tigre. Ese caballo liberal es un símbolo de la autoridad del patrón y por eso lo codicia el muchacho, que llega también a desear, con deseo rencoroso, a la mujer de pelo resplandeciente. La mujer, el apero y el colorado son atributos o adjetivos de un hombre que él aspira a destruir.

Aquí la historia se complica y se ahonda. Azevedo Bandeira es diestro en el arte de la intimidación progresiva, en la satánica maniobra de humillar al interlocutor gradualmente, combinando veras y burlas; Otálora resuelve aplicar ese método ambiguo a la dura tarea que se propone. Resuelve suplantar, lentamente, a Azevedo Bandeira. Logra, en jornadas de peligro común, la amistad de Suárez. Le confía su plan; Suárez le promete su ayuda. Muchas cosas van aconteciendo después, de las que sé unas pocas. Otálora no obedece a Bandeira; da en olvidar, en corregir, en invertir sus órdenes. El universo parece conspirar con él y apresura los hechos. Un mediodía, ocurre en campos de Tacuarembó un tiroteo con gente riograndense; Otálora usurpa el lugar de Bandeira y manda a los orientales. Le atraviesa el hombro una bala, pero esa tarde Otálora regresa al Suspiro en el colorado del jefe y esa tarde unas gotas de su sangre manchan la piel de tigre y esa noche duerme con la mujer de pelo reluciente. Otras versiones cambian el orden de estos hechos y niegan que hayan ocurrido en un solo día.

Bandeira, sin embargo, siempre es nominalmente el jefe. Da órdenes que no se ejecutan; Benjamín Otálora no lo toca, por una mezcla de rutina y de lástima.

La última escena de la historia corresponde a la agitación de la última noche de 1894. Esa noche, los hombres del Suspiro comen cordero recién carneado y beben un alcohol pendenciero. Alguien infinitamente rasguea una trabajosa milonga. En la cabecera de la mesa, Otálora, borracho, erige exultación sobre exultación, júbilo sobre júbilo; esa torre de vértigo es un símbolo de su irresistible destino. Bandeira, taciturno entre los que gritan, deja que fluya clamorosa la noche. Cuando las doce campanadas resuenan, se levanta como quien recuerda una obligación. Se levanta y golpea con suavidad a la puerta de la mujer. Ésta le abre en seguida, como si esperara el llamado. Sale a medio vestir y descalza. Con una voz que se afemina y se arrastra, el jefe le ordena:

-Ya que vos y el porteño se quieren tanto, ahora mismo le vas a dar un beso a vista de todos.

Agrega una circunstancia brutal. La mujer quiere resistir, pero dos hombres la han tomado del brazo y la echan sobre Otálora. Arrasada en lágrimas, le besa la cara y el pecho. Ulpiano Suárez ha empuñado el revólver. Otálora comprende, antes de morir, que desde el principio lo han traicionado, que ha sido condenado a muerte, que le han permitido el amor, el mando y el triunfo, porque ya lo daban por muerto, porque para Bandeira ya estaba muerto.

Suárez, casi con desdén, hace fuego.

miércoles, agosto 24, 2011

Y qué hacemos con los pedazos rotos?,lanzémoslos a la madriguera del conejo!




"Rabbit hole" (aberrantemente titulada en español, Madriguera de Pasiones) fue otra de las contendientes a la ceremonia de premiaciones 2010 que paso,sin pena ni gloria, ante el avasallante tortuoso misterio del Cisne Negro. Incluso, muchos de mis amigos cercanos me han criticado la sobrevaloracion de Portman,como si hubiese sido yo el que le reconociera su valia,que comico. Lo cierto es que,aun a pesar de su extraordinaria actuacion,no deje de reconocer la valia de la actuacion de la Kidman,en si misma,por sus meritos histrionicos,aunque despues de la extraordinaria actuacion de Anette Bening en The kids are all right que a mi juicio se habria alzado con la preseam,de no haberse atravesado la trastornada bailarina.

Pues bien,finalmente escribo respecto a esta "madriguera de conejo" que permite,no solo como comic catarsico, abrir una brecha temporal/ espacial frente a una cruda realidad; sino evidenciar una vez mas,la fragilidad humana y nuestra incapacidad para comunicarnos,sobre todo ante el dolor de la perdida,cuando la realidad se trastoca y vuelve añicos ante un terrible acontecimiento.

Asi pues, otra familia norteamericana perfecta,fracturada ante el abrupto y traumado deceso de su primogenito. A su alrededor, otras familias perfectas,otros dolientes que han perdido a sus hijos y claman por poder aprender a rehacer sus vidas o continuar en ellas lo mejor posible y la propia familia de la protagonistas,cargando otro deceso y un incomunicado actuar.

A diferencia de los "corazones rotos" de Williams y Gosling, este drama Kidman/Eckhart rememora con mucha contundencia al maestro Bergmann,sobre todo en relacion con emblematicaas piezas de este director,tales como "Secretos de un Matrimonio" y "Gritos y Susurros"(se le acerca bastante, sin llegar a su excelencia), posee el dramatismo y fuerza que mantiene el interés durante la mayor parte de su relato, a pesar der algunos baches narrativos y cierta lentitud direccional. La Kidman,luce muchisimo, comosiempre que tiene oportunidad de tener fente a si un buen papel y a su lado un inteligente director que sepa explorar su carga histrionica,en su rol de atribulada y a veces inexpresiva atolondrada madre, que no logra discernir quién le apagó la luz y por ello distiende su propia culpa hacia los que tiene más próximos y desconcertadamente se acerca con ternura hacia quien,sin querer, le asestó el trancazo,destruyendo todo su entorno afectivo,comenzando por su marido,un extraordinario Aaron Eckhart (a mi juicio,el verdadero protagonista histrionico del filme),quien esta vez, le roba el show a la gelida reina . Su personaje es clave en el desarrollo de los acontecimientos,de manera inteñigente y tangencial,al punto de que ab inicio como espectador no te das cuenta de su contundencia hasta que empiezas,in crescendo,a vivir y padecer con él todo el infierno que le circunda, hasta su simple y catarsico exorcisante final. No es raro esto de un muy buen actor("Dalia Negra" de De Palma y "Batman el caballero nocturno "de Nolan lo confirman) que lamentablemente ha estado destinado a un ciclo de erraticos filmes que han desmerecido su valor,pero que cuando tiene ocasión y lo dejan bailar solo, se suelta adueñandose e la pista de baile. A su lado, la Kidman,como no,demostrando lo mucho que ha aprendido y cuan atractivamente cruel puede ser cuando se enajena y descontrola a los demas,junto a la excelente Dianne Wiest en un rol conmovedor y la inteligente atractiva Sandra Oh,reina del cine independiente y de los personajes dificiles en series de tv.

Esta madriguera del conejo, es una suerte de tragica aventura dramatica,de espiral de emociones al traspasar el humbral de la madriguera del conejo blanco,para ingresar a un mundo paralelo sin ensoñacion,del que provoca a gritos despertar ,para darnos cuenta de que estamos soñando y nada tiene que ver con la realidad.- Interesante.

Y ahora qué haremos?No lo sé, algo tendrá que pasar!(verdad?).

martes, agosto 23, 2011

Si eres un sapo venezolano,por mas q recibas un beso y hagas una buena acción,jamás te convertirás en príncipe!



Un filme,de denuncia?Un Thriller, un filme de accion. Un film venezolano. Hecho por y para venezolanos como muestra evidente de nuestro talento para contar historias. Historias de todos los dias, de lo que acontece a diario en medio de una sociedad fragmentada,heterogenea,pñemizada por la abismal diferencia que se acentua,nos caracteriza,unifica y a la vez nos separa. Con los improperios y el humor criollo,ese que nos permite reirnos para no lorar, burlarnos de lo que somos e incluso,lo que jamas seremos;aquello que los demas quieren que seamos. Esa es la conclusión que puedo llegar a expresar de LA HORA CERO,el largometraje del talentoso compatriota (en estos casos resulta enaltecedor escribirlo) Diego Velasco, quien luego de 5 excelentes cortos y mas de 26 premios en su haber,con una dilatada experiencia, formacion guionistica,televisiva y filmica, que honrosamente se ha constituido en exito local y ha causado furor en publico y no pocos criticos de otras latitudes.

Un reparto coral de figuras de actores Zapata 666, Laureano Olivares,Amanda Key, Erich Wildpret,Marisa Roman;Albi de Abreu,Alejandro Furth, Scot Wilcox,Ana Maria Simon y Beatriz Vasquez, se dan cita para introducirnos en una vertiginosa carrera contra el tiempo para salvar la vida de una joven embarazada y su criatura, en la que se exponen nuestras miserias en medio de un gran "rompecabezas dramático" e incluso,por un momento, se habla de nuestra grandeza,de la capacidad de solidarizarnos en la adversidad, de ayudarnos y generar sinergia,aun contra aquello que nos resulta adverso. Aunque terminemos,sucumbiendo un poco, a la ciclica vorágine de nuestra violencia urbana.

Excelente guion (y su montaje,genial!) con un manejo directoral preciso,armonioso entre lo tecnico y artistico,con lograda participacion de este cast acompasado,donde,a juicio de quien suscribe, Laureano Olivares se acredita de una sentida ovacion.

Las palabrotas y violencia?no son mas que la timida expresion ciudadana,de una volcanica arrechera del ciudadano comun ante la vida de concreto y los bemoles que a diario tenemos que afrontar.

Un cine que nos refleja(aunque no lo quieran reconocer y ver,los pacatos detractores de su violencia gestual y corporal), entretiene,divierte,emociona y de ser tan nuestro,tambien nos enorgullece. Enhorabuena, Venezuela!

lunes, agosto 22, 2011

Apoyando el talento nacional!




16
ago 11

“El Silbón” cortometraje de David Cabrera

Subida por Franco Mendoza en Presencia Conarte | Sin Comentarios »

El sábado 20 de agosto se estrenará en la sala de la Fundación La Previsora el cortometraje

EL SILBÓN.

Este cortometraje de ficción está inspirado en la conocida leyenda del espanto llanero, y desarrolla una historia de intriga y suspenso que pretende atrapar al público desde su primera escena.

Con la participación de Miguelángel Landa, Asdrúbal Meléndez, Prakriti Maduro, Alí Rondón y Javier Figuera; éste cortometraje nos cuenta la historia de una peculiar noche en un recóndito bar del monte, y contiene un viaje poético a la historia propia del Silbón.

Financiado por el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC) y con la coproducción de Xenón Films y La Novia Pintada Producciones, EL SILBÓN representa la primera experiencia en la dirección cinematográfica de David Cabrera; “Buscar y hurgar en nuestras formas de terror es un paso necesario para encontrar nuestra identidad cinematográfica y cultural”, arguye el joven cineasta.

El cortometraje será proyectado desde el 20 al 25 de agosto en la sala de La fundación La Previsora en Plaza Venezuela con Entrada Libre.

Sinopsis

El Coronel Morillo y su hijo transitan en la espesa noche de la lluviosa sabana, el torrencial les impide continuar y aguardan en un bar del camino. Rómulo un anciano dueño del lugar, los recibe al tiempo que recuerda que el hombre parado frente a él, fue quien le desgració la vida. Para preparar su venganza propone contar un cuento del llano y ganar tiempo. Al terminar, Rómulo trata de consumar el desquite pero no lo logra. Pablo Morillo y su hijo escapan y situaciones inesperadas provocarán el regreso de EL SILBÓN

Ficha Artística

Miguelángel Landa, Asdrúbal Meléndez, Alí Rondón, Prakriti Maduro Javier Figuera, Daniel Perales, Hesly Colmenares, Augusto Jaramillo, Alexander Pereira, Jakson Martínez, Leonardo Meléndez, Romgert Álvarez, Adán Cádiz, Cristián Fuentes, Eduardo Villasmil y Baio (perro de El Silbón)

Ficha Técnica

Dirección: David Cabrera / Asistente de Dirección: Leny Ávila / Continuidad: Claudimar Guzmán / Dirección de fotografía: Joseduardo Tovar / Foquista y asistenten de cámara:José Rafael Useche / Media Manager: Ana Patricia Sousa / Iluminación: Francisco Díaz y Humberto Darío Ruiz / Plantero: Juan Carlos Barbosa / Chofer y asistente: Pedro Linares / Maquinista: Genderson Useche / Sonidista: Josué Saavedra / Microfonista:Héctor David / Editor: Sergio Curiel / Música original: Pancho Montañéz / Bandola: José Ignacio Hernández / Chelo: Angélica Guevara / Grabación Musical: Dionisio López / Dirección de Arte: Leonardo Meléndez / Asistente de Arte: Romgert Álvarez / Maquillaje:Melisa Bambusi / Asistente de vestuario y Maquillaje: Andrea Camacho / Efectos digitales: David Cabrera / Efectos Especiales: José Morillo (Rancho) / Asistente de efectos especiales: Adán Cádiz / Entrenador de perros: Israel Mendoza / Productor General: José Rosas / Asistente de producción: José Fernandez / Coproductor: José Sousa (XENÓN FILMS) / Foto fija: Kathleen Gorrín / Catering: William Terán / Administración: Karla Gorrín.

Foto Fija Trascamara por Kathleen Gorrín

Se nos rompió el amor( porque el corazón de darse,llega un dia que se parte)!

No se, quizá debiera ofrecer,anticipada disculpa, antes de empezar a escribir sobre el "Blue Valentine" o "Corazones Rotos",protagonizado por Ryan Gosling y Michelle Williams, que tan aclamada resultó por parte de la critica estadounidense y les procuró a esa dupla actoral la nominación, tanto al globo de oro como al Oscar 2010 como mejor actor y actriz.

Por qué la disculpa? porque a lo mejor, no es la película en si sino mi animo el consternado o ausente ante las presuntas emociones y el furor de la critica que le anteceden. Y es que, si, sus interpretaciones (sobre todo la de Gosling, hay que reconocerlo),son convincentes, en este drama que aborda el fin de una relación, en medio de la sociedad norteamericana contemporánea. Pero es que esa “ruptura”, salvo,a mi juicio, los últimos 20 minutos del film, es tan fría y dura, como lo es la capacidad de comunicación de los personajes y la sociedad que representa.

Tal vez por eso les impactó tanto a ellos, tan predecibles e impresionables, tan “nauseabundos” ante cualquier hecho, incluso, poco impresionable (será q no han visto roncha, o al menos habiéndola visto, no la han querido reconocer). Tan “políticamente correctos” a pesar de si mismos. Y eso, creo, constituye su mayor virtud y también su defecto.

Virtud, para ellos, porque, ciertamente aborda la temática por la que pudieran atravesar hombres y mujeres de este, erróneamente anhelado primer mundo, incapacitados para expresar lo que sienten y quieren e incluso, para decidir respecto a su destino;. Incapaces de verse a si mismos reflejados en el espejo, con ese doble discurso de doble moral: hago lo que me da la gana y luego retomo el carril socialmente aceptado y se me olvida el tipo de mierda que soy porque, a fin de cuentas, soy norteamericano y eso me da automática licencia para formar parte de un mundo mejor , aunque no sepa cuál sea, dónde esté ni esté dispuesto a colaborar para ello.

Chica desprejuiciada y libidinosa con vida hecha añicos conoce chico guapo y con chocolatitos, se embaraza; chico se desentiende, luego conoce a otro que si cree, porque lo desea y necesita con locura, que ella es su gran amor y puede mitigar su soledad, a costa de ese ideal que representa, para terminar descubriendo que todo es una mierda y nada vale la pena. Luce interesante ya ratos parece serlo, pero; a diferencia de ese visceral y desgarrador drama humano llamado Revolutionary Road de Sam Méndes, acá la incomunicación es tal, que traspasa el guion y se torna asfixiante, vacía, latosa y solo deja a ratos, el agridulce sabor de la hiel e indiferencia que destila la vida conjunta de estos seres a los que no solo se les rompió el amor y el corazón sino q ni siquiera saben quienes son. Si esa fue la idea central del film, producir esa apatía, pues la lograron, a pesar del tedio y el sopor, de sus vidas conjuntas, sin sentido!

domingo, agosto 21, 2011

Entrevista a Dios

Sorprendentemente casi todos pensamos así la diferencia es que no siempre actuamos así.

Un periodista le hizo una Entrevista a Dios, al entrar en la habitación le pregunto:

¿que es lo que mas le sorprende de la humanidad?,

a lo que Dios respondió: que se aburran de ser niños y quieran crecer rápido, para después desear ser niños otra vez. Que desperdicien la salud para hacer dinero y luego pierdan el dinero para recuperar la salud. Que ansíen el futuro y olviden el presente y así no vivan ni el presente ni el futuro. Que vivan como si nunca fuesen a morir y mueran como si nunca hubieran vivido.......

Quedé en silencio un rato y le dije: Padre, cuáles son las lecciones de vida que quieres que tus hijos aprendamos?

Y con una sonrisa respondió: ...

Que aprendan que no pueden hacer que nadie los ame sino dejarse amar, que lo mas valioso en la vida no es lo que tenemos sino a quien tenemos, que una persona rica no es quien tiene mas sino quien necesita menos y que el dinero puede comprar todo menos la felicidad, QUE EL FISICO ATRAE PERO LA PERSONALIDAD ENAMORA. Que Quien NO VALORA lo que tiene, algún día se lamentará por haberlo perdido y que quien hace mal algún día recibirá su merecido. Si quieres ser feliz haz feliz a alguien, si quieres recibir, da un poco de ti, rodeate de buenas personas y se una de ellas. Recuerda, a veces a quien menos esperas es quien te hará vivir buenas experiencias!. Nunca arruines tu presente por un pasado que no tiene futuro. Una persona fuerte sabe cómo mantener en orden su vida. Aún con lágrimas en los ojos, se las arregla para decir con una sonrisa, "estoy bien".